Pode parecer surpreendente, mas o presidente Hugo Chávez é um admirador e invocador de Cristo que quase se pode considerar um sério devoto. Se há dúvidas, leia-se aqui um seu discurso do passado 24 de Dezembro. Pelo meio escapou-lhe o trecho seguinte:
El mundo tiene para todos, pues, pero resulta que unas minorías, los descendientes de los mismos que crucificaron a Cristo, los descendientes de los mismos que echaron a Bolívar de aquí y también lo crucificaron a su manera en Santa Marta, allá en Colombia. Una minoría se adueñó de las riquezas del mundo, (…) del oro del planeta, de la plata, de los minerales, de las aguas, de las tierras buenas, del petróleo, de las riquezas, pues, y han concentrado las riquezas en pocas manos(…)
Os itálicos são meus. Tenho que fazer alguma coisa.
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